Laura, nombre figurado para preservar su identidad, es una mamá de 37 años. Esta paciente comparte en nuestro blog su experiencia en el proceso de convertirse en madre:

“Transcurridos dos años desde que me casé con mi marido los niños no llegaban. Tras las primeras consultas con el ginecólogo de mi seguro de salud, y al no haber cruzado todavía la «temida barrera de los 35”, decidimos darnos más tiempo y me hice el propósito personal de cuidarme un poco más y perder algo de peso favoreciendo las condiciones para quedarme embarazada.

Los meses pasaban y el deseado embarazo no llegaba. Esperamos un año, tal y como  me  aconsejó el ginecólogo en la última consulta. Pasado ese tiempo decidimos ponernos en manos de alguna clínica con experiencia en reproducción asistida por si finalmente requeríamos de algún tipo de tratamiento. Visitamos dos de ellas que vimos por internet y por un anuncio, y aunque nos atendieron bien, no acabamos de encontrarnos cómodos en ese entorno; nos pareció algo frío. No obstante había que ponerse en manos de profesionales y nos pareció mejor opción recurrir a una clínica privada sobre todo por el factor tiempo. La incomodidad que sentíamos con la situación hizo que empezásemos a impacientarnos, pero estábamos decididos a cumplir el sueño de ser padres.

Reproducción asistida Clínica Profesor Bonilla

En ese momento una amiga a la que le comenté mi preocupación me preguntó si había oído hablar de la clínica Bonilla. La verdad que la había oído nombrar pero la relacionaba más con una consulta de ginecología tradicional que con la reproducción asistida y no tenía más información. Pensaba que allí podrían hacernos un diagnóstico, pero en caso de requerir tratamiento, no nos podrían ayudar. Mi amiga me habló muy bien de ellos y me dijo que es una clínica familiar a la que ya iba su abuela, con mucha experiencia y a la última en avances y técnicas. Me animó a acudir a ellos.

Precisamente era lo que buscábamos, una clínica de ginecología convencional, pero que contara con servicios de reproducción asistida y amplia experiencia por si fuera necesario. Así lo hicimos, y lo cierto es que desde el primer momento sentimos ese ambiente más familiar y personalizado. Tanto el doctor Bonilla como Raga -Fran y Paco- nos resolvieron con detalle todas las dudas que teníamos y conectamos enseguida. Vimos en ellos a médicos muy empáticos, profesionales y realistas. Nos fueron contando los pasos a dar y nos pusimos en marcha.

En pocas semanas tuvimos un diagnóstico claro, que finalmente nos llevó a requerir un tratamiento de reproducción asistida. En un momento tan importante agradecí enormemente esa calidad humana y cómo me acompañaron en el proceso. Me sentí segura de estar en buenas manos. Desde el principio nos animaron mucho, con lo cual fuimos muy optimistas.

La experiencia valió la pena y, aunque no fue fácil, hace muy poco que nació mi bebé. Hoy por hoy tengo incluso un buen recuerdo de todo el proceso. No fue nada traumático, y la verdad es que funcionó muy bien. Quiero aprovechar para agradecer desde aquí el trabajo del personal de la clínica y los doctores por su profesionalidad y la atención tan cariñosa y detallista. Espero contar con ellos para el segundo…”.

Laura, para nosotros fue muy importante tu comprensión en los momentos difíciles y te agradecemos nosotros a ti la confianza que depositaste en todo el equipo. Nos sentimos muy satisfechos de haber cumplido tus expectativas y esperamos que estés muy feliz con tu bebé, y por lo que comentas, los que vengan.

Un abrazo de parte de todo el equipo.[/fusion_text][/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]